El maíz, pese a su importancia indiscutible en la alimentación animal, ha sido estudiado y mejorado atendiendo principalmente a su componente granífero. La fracción vegetativa (caña + hojas) fue considerada sólo como un medio para maximizar el rendimiento de grano sin poner énfasis en su calidad nutricional. Este concepto antiguo de maíz forrajero fue fuertemente cuestionado, ya que el ensilado se realiza con la planta entera más que con el grano. Algunos autores plantean que la selección para rendimiento en grano y resistencia al vuelco puede disminuir la calidad del forraje. En los programas de mejoramiento para genotipos forrajeros el componente vegetativo es una fuente importante de variabilidad genética en pro de una mejora de la calidad nutricional. La fracción vegetativa de la planta de maíz genera el 50%-70% del rendimiento en Materia Seca (MS) del material a ensilar, dependiendo del genotipo, del ambiente y del manejo del cultivo. El aumento de la altura de corte modifica la composición de la planta de maíz, produciendo un incremento en la relación grano/caña+hojas. Los objetivos de nuestro estudio fueron: i. Determinar los perfiles de la distribución vertical del rendimiento en materia seca de la fracción vegetativa y cuantificar las potenciales diferencias producidas por efectos genético- ambientales en distintos híbridos. ii. Cuantificar y comparar potenciales diferencias en los perfiles de distribución vertical de la calidad forrajera de la fracción vegetativa producidas por efectos genéticos-ambientales. iii. Determinar el grado de asociación entre el incremento del Índice de Espiga y la modificación de la calidad nutricional de la fracción vegetativa en híbridos con distinto fondo genético. iv. Determinar las potenciales variaciones que se producirían por efecto de cortes a diferentes alturas en la materia seca y la calidad forrajera del material a ensilar. Seis híbridos comerciales con distinta fondo genético fueron evaluados en 4 ambientes (Localidad×fecha de siembra) en un diseño de bloques completos aleatorizados con tres repeticiones. Se determinó que atributos tales como los perfiles de distribución vertical del rendimiento (kg MS ha-1) y la calidad nutricional de la fracción vegetativa, así como también la relación entre el IE y la Divc+h, son fuentes de variabilidad a tener en cuenta en planes de mejoramiento destinados a obtener materiales sileros. También se concluyó sobre el potencial efecto de la altura de corte sobre la aptitud forrajera del material a ensilar, la variabilidad entre híbridos, entre ambientes y su respectiva interacción.