Los continuos avances tecnológicos en materia de telecomunicaciones y en el área informática y su incorporación a los distintos ámbitos del quehacer del hombre, han producido notables beneficios y cambios radicales en la sociedad actual. Algunos de estos ámbitos son la economía, la cultura, el arte, el periodismo, la salud, la política y la educación. Centrados en materia de educación, casi todos estamos de acuerdo en reconocer las potencialidades de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) para el mejoramiento de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Por esta razón, en la Universidad del Norte se inicio un proceso de incorporar las TIC con sentido crítico en la edicación. Sin lugar a dudas la incorporación de las TICs en la educación tiene sus bondades. Sin embargo, debemos también pensar en sus limitaciones. Nada nos garantiza, por ejemplo, que en las instituciones educativas, la sola incursión de las TICs mejore el proceso enseñanza-aprendizaje. Es necesario darle un sentido pedagógico. Estas ideas nos llevan a pensar acerca de la complejidad que existe cuando introducimos las TICs en los procesos académicos. Es necesario, por lo tanto, definir estrategias y políticas institucionales transparentes para enfrentar el cambio y prepararnos y organizarnos para las consecuencias. En la Universidad del Norte se han implementado una serie de estrategias para el mejoramiento de la práctica docente. Entre esas estrategias se encuentran la formación permanente de sus docentes, adquisición de recursos tecnológicos, la creación de una Unidad de Nuevas Tecnologías y de un programa institucional para apoyar el desarrollo de proyectos de los docentes, el incentivo y apoyo al desarrollo de innovaciones pedagógicas con el uso de tecnologías de información y comunicación, el establecimiento de convenios interinstitucionales y la realización de actividades de proyección a la comunidad académica.