El correo electrónico es quizás la aplicación que más tráfico genera en la Internet. Es utilizado por millones de personas para comunicarse alrededor del mundo y es una aplicación de misión crítica para muchos negocios. En la última década la avalancha de correo no deseado (Spam) ha sido el mayor problema para los usuarios del correo electrónico, ya que diariamente una cantidad arrolladora de spam entra en las bandejas de los usuarios. En 2004, se estimó que el 62% de todos los correos que se generaron fueron spam. El spam no solo es frustrante para muchos usuarios, sino que también compromete a la infraestructura tecnológica de las empresas, costando dinero a causa de la pérdida de productividad. En los últimos años, el spam ha evolucionado desde ser una molestia a ser un serio riesgo en la seguridad, llegando a ser el principal medio para el robo de información personal, así como también para la proliferación de software malicioso.