Sobre el problema de la cultura y de la identidad nacional uno escucha hablar (y habla) siempre, pero lo primero que debo afirmar con relación a ese tema es que yo no pienso en eso cuando me pongo a trabajar. Pero también que me parece que vale la pena reflexionar ahora sobre esas cuestiones: porque presiento que las cosas no son hoy tan claras como hace 40 ó 50 años.