Al tratarse de una estructura compleja de construcción de sentido, el objeto Teatro se presenta al abordaje científico cargado de problemáticas y debates sobre la esencia de su episteme. La multiplicidad y complejidad de sus componentes han propiciado una diversidad de enfoques sobre la dimensión escénica en sí misma y sobre la interrelación que establece con la esfera histórica o dimensión socio-cultural que la contiene. Dichos enfoques, surgidos de la interacción con otras disciplinas -tales como la sociología, la lingüística o la antropología histórica - , se sitúan en un marco de conflicto e interrelación mutua a la hora de definir parámetros de referencia sobre el Teatro como objeto de investigación.
Estos parámetros de referencia conforman una suerte de línea -fuerza o margen de tensión entre los enfoques denominados dramaturgistas y espectaculistas. Otras variables la constituyen la relación entre dimensión textual y dimensión social del Teatro: el conflicto entre la atemporalidad estética del Teatro interpretado como objeto de arte y la temporalidad histórica de su lectura como objeto cultural, o la relación entre polisemia y referencialidad de los componentes teatrales. Establecer paradigmas epistemológicos en función de abordajes analíticos del discurso teatral presenta una diversidad de variables metodológicas, en tanto que el Teatro es una multiplicidad de estructuras textuales relacionadas entre sí y que se concretizan mediante soportes materiales diferentes.
Esta diversidad de perspectivas metodológicas sobre discurso y práctica teatral ha producido una red compleja de hipótesis sobre los modos en que se articulan y definen los componentes del hecho teatral.