El denominado «intercambio de las artes», o sea su relación en el sentido de las analogías formales que transcurren entre ellas y de la posibilidad de influencias recíprocas y de unión de artes diversas en virtud de aquella analogía, no es un fenómeno reciente, si bien nuestro siglo a menudo parece haber adquirido sus caracteres específicos. Por esto quisiera rápidamente hacer recordar en qué sentido existen analogías y posibles uniones, y también puras y simples combinaciones, precisamente para tratar de entender, pero sólo por indicios, cómo tal fenómeno ha adquirido en nuestro siglo aquellos caracteres específicos. Y comenzaré por distinguir, ante todo, entre al menos tres tipos de relaciones entre las artes, no confundibles una con la otra