En el área educativa, la Web Semántica provee de ventajas orientadas principalmente a la clasificación del conocimiento en ambientes de aprendizaje, donde es posible incorporar relaciones de orden entre los materiales que deben ser consultados por los estudiantes, preestableciendo así una red de conocimiento apropiada, sin restar independencia en el proceso.
La Web Semántica incluye varios conceptos, entre ellos el de ontologías, como mecanismo para establecer clasificaciones de conceptos y, a partir de allí, incluir metadatos –datos de los datos- a los documentos que permitan a la computadora un mejor procesamiento de la información[2].
Internet se ha convertido en una gran red de recursos de diferente naturaleza, tanto así que es posible encontrar información de casi cualquier tipo, en cualquier ámbito o contexto. Esta característica tiene un gran potencial, ya que es posible obtener mucha información que está disponible de manera gratuita y que puede ser utilizada inmediatamente. Esta información es colocada en la red por cualquier persona o institución que así lo desee, contribuyendo de esta manera a aumentar la cantidad de recursos disponibles. No existe un ente regulador de los contenidos que se colocan en Internet, por lo que es difícil determinar la procedencia, fiabilidad y validez de la información allí encontrada.
El problema comienza al buscar información en un contexto particular, ya que es necesario contar con aplicaciones que realicen búsquedas sobre esa gran base de datos que constituye Internet. Para ello, existen buscadores que facilitan esta actividad, realizando búsquedas sobre una parte considerable de estos recursos.
Estas búsquedas son realizadas por los buscadores a través de palabras clave que son suministradas por los usuarios. Con estas palabras, el buscador realiza una búsqueda textual sobre los recursos presentes en Internet, es decir, busca las palabras indicadas por los usuarios sobre los materiales disponibles en la red. Por ejemplo, supóngase que se quiere buscar una determinada información en Internet, y para ello se selecciona el buscador Google para realizarla. Se indica al buscador las palabras que corresponden a la búsqueda deseada, y Google devolverá probablemente como resultado centenares de miles de páginas web que contienen la frase introducida, pero también aquellas que tengan sólo las palabras individuales que pertenecen a la frase (eliminando las de uso común como artículos y preposiciones).
Existen formas de optimizar la búsqueda colocando comillas o signos con lo cual se puede achicar el dominio de los resultados obtenidos, devolviendo miles de páginas web. En cualquiera de los dos casos, la cantidad de información encontrada es inmanejable, y la única manera de determinar si la información es útil o no es visitando cada una de las páginas web encontradas.
El mayor obstáculo es que la información que se consigue en Internet está hecha sólo para consumo humano, ya que no se encuentra estructurada, y los datos que allí se contienen no están bien diseñados como para poder ser manipulados por una computadora.