Se considera un sistema integrado (SI) a aquel que contiene hardware y software dedicados a una tarea especifica. La concepción de estos diseños apunta a resolver problemas específicos, dejando en un segundo plano la versatilidad de aplicación. En cuestión de unos pocos años se produjo una gran revolución en esta área. Entre otros, el disparador de esta explosión tecnológica se debe a la telefonía celular.
Actualmente se presentan muchas oportunidades para desarrollar e implementar aplicaciones integradas. La sociedad acepta sin problemas los desarrollos en ese sentido (en la medida en que sus prestaciones sean transparentes) y cada vez hay más soluciones a problemas no resueltos por otras tecnologías.