A medida que el mercado de aplicaciones Web va madurando y con él metodologías y herramientas de desarrollo, las exigencias de calidad sobre productos y procesos son más importantes y frecuentes. También crecen las restricciones de tiempo y presupuesto. Este fenómeno tiende a dejar fuera del mercado a las pequeñas empresas que desarrollan software Web con procesos caóticos y no emplean un modelo de calidad mínimamente definido. Seguramente la brecha que separa un proceso caótico de uno consistente –iterativo, adaptable al contexto- es vista como insalvable, dado que esas organizaciones no disponen del tiempo y los recursos necesarios para afrontarla.
Nosotros proponemos una aproximación liviana pero con un enfoque de ingeniería Web a este problema: flexible, progresivo e intuitivo, basado particularmente en modelos empleados para la evaluación de calidad de aplicaciones Web existentes.
Para ilustrar nuestra propuesta hacemos referencia a una experiencia que está desarrollándose en un proyecto Italo-Argentino1 y que involucra investigadores y colaboradores con competencias diversas, en un ámbito multidisciplinario. Las primeras conclusiones que extrajimos están relacionadas con la posibilidad de evaluar, rápida y eficazmente, los beneficios de emplear un modelo de calidad como marco de referencia para el desarrollo Web, específicamente para una pequeña organización.