Cuba ha demostrado su disposición invariable a la cooperación en el enfrentamiento al tráfico ilícito y uso indebido de drogas por ser un fenómeno mundial que solo puede encararse con el concierto de todas las naciones, como una responsabilidad común y compartida, que exige una acción integral en conformidad con los objetivos y principios de la carta de la ONU y el derecho internacional.
Disponemos de todas las fuerzas y los medios para combatir eficazmente este fenómeno y para educar y brindar tratamiento efectivo a quienes han sido presas de este mal.