Fue durante los últimos coletazos del siglo XX cuando el monopolio en cuestiones de software se hizo cada vez más y más asfixiante para los usuarios de programas informáticos. Las grandes empresas del sector blindan sus códigos fuente, impiden que otras empresas revisen la seguridad de la aplicación adquirida, en la mayoría de los casos se incluye ya preinstaladas conocidas aplicaciones en el equipo, por supuesto pagando una licencia de uso y lo mismo ocurre cuando adquirimos cualquier programa propietario.
Pero esto no tiene porque así, y la solución tiene nombre y apellidos: SOFTWARE LIBRE.
Este término es mundialmente conocido, pero en realidad ¿qué es el software libre? Se engloban dentro de este término todos aquellos programas que, teniendo acceso al código fuente por parte del usuario, ofrecen la posibilidad de ser copiados, mejorados, distribuidos, modificados y adaptados a las necesidades de cada uno de los distintos usuarios, a la vez, que estas mejoras son compartidas de manera gratuita haciendo posible que no haya que adquirir nuevas versiones ya que la actualización es permanente a nivel mundial.
Este tipo de software, aplicado en contextos educativos, ofrece posibilidades que pueden favorecer el proceso de enseñanza – aprendizaje en función de los destinatarios, de sus necesidades, su nivel de formación ya que puede ser modificado y adaptado en función de nuestros intereses y de los objetivos que persigamos.