Hoy en día son pocas las personas que consideran a la biblioteca como una especie de santuario del saber al que acuden, por derecho, unos pocos iniciados. Por el contrario, la biblioteca ha ido abriéndose a la comunidad y ha ido haciéndose más asequible a toda clase de lectores. Pero todavía queda mucho por hacer y mucho camino para recorrer antes de que podamos calificar a nuestras bibliotecas como auténticos centros culturales y educativos