Aunque la tendencia está en afirmar que hoy en día a nadie se le ocurriría pensar en las tecnologías de la información y comunicación o hablar de las mismas como simples instrumentos o herramientas, sino más bien todo lo contrario -considerándolas como parte integrante de una cultura aún inacabada-, para los estudiantes de magisterios, futuros docentes, las nuevas tecnologías sólo son unos recursos para conseguir unos fines determinados, en la mayoría de las ocasiones meros transmisores de información o herramienta comunicacional, donde lo que prevalece son sus utilidades frente a lo que su presencia o integración supone, y por ello, todavía no entienden o no son sensibles a sus implicaciones en nuestro día a día y aún por el momento han explorado sólo parcialmente todas sus potencialidades.
Ellos, comprenden o interpretan todo lo que rodean a las tecnologías desde una perspectiva propia y particular, desarrollando un pensamiento, para nosotros, de una racionalidad, en la mayoría de los casos, instrumental, de índole puramente funcional, donde las tecnologías se consideran simplemente como herramientas que permiten conseguir unos fines concretos en momentos determinados.