A partir de 1990 funcionan en la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), República Argentina, dos carreras en Informática: la Licenciatura en Sistemas de Información y el Profesorado en Informática (PI). En esta última los alumnos realizan la residencia (prácticas de enseñanza) en diversas organizaciones educativas del medio y en distintos niveles (inicial, EGB, polimodal y superior). Esto permite realizar continuamente diagnósticos, detectar necesidades y formular propuestas.
El proyecto de investigación-desarrollo “Desarrollos en Informática Educativa” surgió de las ponencias, deliberaciones, diagnósticos, reflexiones y conclusiones del “Seminario Docente sobre Educación Informática”1 y fueron reafirmadas en los coloquios y debates del curso de postgrado “Paradigma Informático”. Este proyecto, a partir de un tratamiento diferenciado de la disciplina Informática, contribuirá a la propuesta educativa de la enseñanza-aprendizaje de la informática y posibilitará la inserción curricular múltiple longitudinal y transversal y también la prestación de servicios institucionales.
Teniendo en cuenta que el mencionado proyecto está en sus etapas iniciales surge la necesidad de disponer de un modelo conceptual que sirva de soporte y guíe los distintos procesos de transformación que se pretenden encarar.
En este artículo se presenta el modelo conceptual obtenido de la aplicación de la Metodología de los Sistemas Blandos (MSB) [1, 2, 5, 13]. Se decide utilizar la MSB, en esta etapa de desarrollo del proyecto, porque ésta se caracteriza por considerar los distintos puntos de vistas que existen ante una misma situación, por identificar varios problemas relevantes, y emplear el concepto de sistema para organizar nuestros pensamientos y transferir nuestras ideas a otros de una forma eficaz y eficiente. Una característica clave de la MSB es la factibilidad cultural [1, 4, 5].
La idea de cultura guía a los desarrolladores del proyecto, estableciendo categóricamente que hay restricciones organizacionales o sociales en el "mundo real" que producen cambios potenciales que deben ser localizados.
La metodología contempla las diferentes actividades indicadas en la figura 1. Estas actividades son: el análisis de la situación planteada, la elaboración del modelo ideal, la comparación entre el modelo y la realidad, la identificación de los cambios culturales factibles y sistémicamente deseables y la elaboración del plan de acción.