El tema de esta comunicación está constituido por lagunas reflexiones acerca de la prehistoria de Patagonia que estaban destinadas a ser presentadas en la mesa redonda sobre las industrias más antiguas de esa subárea de nuestro territorio. Parto para ellas de la base de que la arqueología, si realmente quiere merecer el calificativo de científica y no constituir simplemente un ejercicio de imaginación, ha de apoyarse sobre observaciones debidamente controladas y documentadas y sobre hipótesis formales que estén verificadas. Sin embargo, la mayor de las “hipótesis” que circulan en cuanto al pasado prehistórico de esa subárea no pasan de ser simples conjeturas sobre circunstancias de hecho. En tal caso, no podemos someterlas a constatación, sino únicamente evaluar su mera plausibilidad. Tal evaluación, empero, debe tener lugar en el marco de alternativas posibles. En la investigación del pasado prehistórico de Patagonia, esa posibilidad de respuestas alternativas ha sido muy frecuentemente olvidada. Así es como se dan por aceptados –y fundamentales- datos cuya interpretación dista de ser segura.