En octubre de 1971, realicé un viaje de prospección a la Puna jujeña, con el fin de hacer una inspección del estado de los yacimientos prehistórico-antropológicos de la subárea, con el fin de elevar esa información a las autoridades de nuestra facultad y de la provincia con miras a obtener mayor protección para las mismas, sometidas a continua depredación a manos de los traficantes en artículos arqueológicos.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)