Durante y después de la guerra del Chaco, muchos indígenas Izozó asimilados a parcialidades guaraní, migraron junto con ellas a ambientes más favorables. Por este motivo no puede sorprender que algunos Izozó hagan hoy vida común con el pequeño grupo de Guarayo –unos cien, entre varones y mujeres de todas edades-, que al iniciarse la contienda, procedentes del Oeste, vinieron a ocupar tierras del centro del Chaco, aceptando una inteligente invitación del comando militar paraguayo. Con estos antecedentes se explica a satisfacción la presencia en López de Filippis de las dos jóvenes Izozó con dientes mutilados, que constituyen el motivo central de esta comunicación