En el año 1926, durante el XXI viaje de investigación arqueológica realizada por el Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, su Director Salvador Debenedetti, pudo comprobar, en la región de las lagunas Huanacache, unos tipos de sepultura asaz interesantes y raros. En el brevísimo informe que hiciera en Roma ante el Congreso de Americanistas, al abordar las formas sepulcrales estudiadas dio a conocer, dada su importancia cuantitativa, en sus rasgos más fundamentales, la existencia de una construcción con fines de osario, hecha en las inmediaciones de la laguna Pelada, sin que ello fuera óbice para establecer, también, que “algunas sepulturas están protegidas por una verdadera envoltura de argamasa compacta y dura”.