Pero ¿es todavía posible la aproximación etnográfica, nacida con la modernidad, a un mundo globalizado? ¿Cómo incide la globalización en nuestras investigaciones? Para reflexionar sobre la dicotomía global-local y sus implicancias en la labor antropológica servirán los dos ejemplos del artículo y la lógica de presentación de Manchcvski.
Conviene advertir desde el principio que la novedad introducida por el debate de la globalización no reside en hacer etnografías procesuales, históricas y no-aislacionistas.
La leona antropológica de la segunda mitad del siglo XX es una sucesión de intentos por superar el estudio de "culturas" y "sociedades" basado en la presencia directa del investigador en un lapso y una extensión espacial acotados, fuera del mundo. Las determinaciones complejas que atraviesan nuestros objetos de conocimiento han sido señaladas, de modos diversos, por los críticos del concepto clásico de "comunidad" y por la escuela de Manchester con su interés en el conflicto, hasta los enfoques económico-políticos desde los '60, y los más recientes aportes de la antropología histórica.