En español
El presente trabajo constituye una especie de reseña de la tesis doctoral del mismo título que demuestra que el cuerpo de las prácticas no es físico, unitario, constante y susceptible de conciencia de sí sino, por el contrario, insubstancial, fragmentado, inconstante e imposibilitado de autopercibirse como unidad: fragmentos y acciones unificados por el significante y no por la percepción. Para obtener estas conclusiones, el trabajo revisa las prácticas corporales de la Grecia clásica y helénica y las que se sucedieron del Renacimiento a la actualidad; repasa el periplo del pensamiento occidental de la multiplicidad discontinua a la unidad y la constancia; analiza el cuerpo en Homero y en Platón; y las relaciones que la fragmentación y la unidad del cuerpo guardan con la oralidad primaria y secundaria, y con la escritura, revelando que fue el gesto socrático que identificó el alma con un “mundo interior” el que otorgó unidad al cuerpo, gesto precedido por el advenimiento del Uno y reforzado por la identificación platónica del Uno con el Bien. En este marco, se opone el cuerpo homérico, fragmentado, al cuerpo unificado por Platón, no porque aquél sea más natural que éste o éste más artificial que aquél, o uno más genuino o verdadero que el otro, sino a partir del análisis de la estructura de la oralidad y la escritura.
En inglés
This work is a kind of review of my PhD Thesis under the same Title. In the thesis I state that the practice body is not physical, unitary, constant and self-conscious, on the contrary, it is fragmented, inconstant and unable to perceive itself as a unit. Fragments and actions are unified by the significant and not by perception. To reach these conclusions, this work analyses corporal practices in Classic and Hellenic Greece and the ones which took place between the Renaissance and the present. This work reviews the periplus of the western thought about the discontinuous multiplicity to the unit and constant; it analyzes the body in Homer and Plato and the relationships that the body unit and fragmentation keep with primary and secondary oratory and writing. This relation was the Socratic gesture that identified the soul with the “inner world” and gave unit to the body. This gesture was preceded by the One’s advent and sstrengthened by the Ones platonic identification with the Good. In this context, the Homeric fragmented body is opposed to Plato’s unified body not because the former is more natural than the latter or the latter more artificial than the former, or one more genuine or true than the other but as a consequence of the analysis of the structure or oratory and writing.