Uno de los capítulos más importantes de la radiología, que ha sido objeto de estudio por parte de los físicos en estos últimos tiempos, es la dosimetría, o mejor dicho, la creación de una unidad, mediante la cual puede ser aplicada una determinada cantidad de rayos X de cualquier longitud de onda. La dosimetría tiene por primordial objeto, determinar qué cantidad de rayos de una longitud de onda cualquiera, es capaz de producir un marcado cambio del color en la piel, sin causar lesiones graves en la misma.
La determinación de esta cantidad de rayos Röntgen, expresada en unidades absolutas y universales, es precisamente de incumbencia del especialista en ciencias físicas. En este trabajo he tratado de dilucidar algunas discrepancias existentes de carácter puramente físico, para obtener así una unificación de la dosificación internacional