Los ensayos reunidos por Adorno en 1968 con el título de Impromptus, permiten apreciar la pulcra formación musical del autor y la coherencia de su pensamiento filosófico. Se trata del no muy frecuente caso de un filósofo que domina la técnica musical y conoce la historia de la música. Es también un pensador que otorga importancia a la música en su teoría general de la sociedad. Finalmente, estos estudios están inspirados por la dialéctica hegeliano-marxiana, pero se fundamentan en las exigencias propias de las características singulares de las composiciones estudiadas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)