Podría decirse con todo derecho: ¡Cómo pretender celebrar la palabra con tan pocas palabras! Pero de eso se trata. Ni más, ni menos. Unas pocas palabras que recuperan la palabra sobre algunos escorzos de la realidad que me inquieta. Porque celebrar la palabra es una manera de recuperar nuestra palabra.
La propia palabra, que aquí no requiere explicaciones, sino afirmaciones, unas pocas afirmaciones.
(del prólogo del autor)