En 2011, Eduardo Mendicutti presenta su novela más reciente, Mae West y yo, un texto literario que nos introduce en el mundo de Felipe Bonasera, un hombre gay maduro y aquejado por un cáncer que convierte a la muerte en un horizonte eventual. En Mae West y yo se nos presenta una historia de suspenso con tintes de cine de Hitchcock, plagado de guiños a los años dorados de Hollywood. Este recurso de la referencia constante al mundo cinematográfico de la meca del cine estadounidense no es inusual en Mendicutti. Está presente en germen y potencia en la gran mayoría de los textos literarios de Mendicutti, pero en este caso el vínculo con Hollywood se multiplica a la décima potencia: decenas de nombre de actrices y actores norteamericanos y referencias a películas hollywoodenses de culto como La ventana indiscreta o Myra Breckinridge, esta última considerada una de las peores obras fílmicas de la historia del cine mainstream. Este y otros filmes se entremezclan en una trama que tiene una constante referencia a las construcciones cinematográficas hollywoodenses.