Entre 1973 y 1976 crisis intervino fuertemente en el campo cultural argentino, vehiculizando las principales discusiones que la izquierda mantuvo durante los sesenta y setenta. La profunda huella que dejó entre sus lectores, su estética llena de desparpajo y el ímpetu militante que la caracterizaron resultan un gran atractivo para quien tiene la oportunidad de hojear uno de sus antiguos ejemplares. En la introducción a la antología, Sonderéguer, no duda en ubicar a crisis como heredera de dos procesos importantes de la historia cultural argentina: por un lado el resquebrajamiento de la hegemonía liberal en el campo cultural, a mediados de los años cincuenta; y por otro lado la aparición de publicaciones como Primera Plana o la uruguaya Marcha, semanarios de actualidad que permitían una circulación menos restringida que las revistas especializadas, pero que a la vez propiciaban una aproximación a los contenidos de mayor profundidad que lo que suele realizar una publicación periódica.