En el ámbito de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, que se halla bajo la advocación de Manuel Belgrano, quiero enfatizar la importancia y oportunidad de recordar al ilustre prócer, quien fuera nuestro primer estadista; autor del pensar y acción conducente a la «Representación de los hacendados y labradores» de Mariano Moreno, del 30 de septiembre de 1809; precursor de la «Generación del 37» en la que figuraron Juan Bautista Alberdi y Domingo Faustino Sarmiento, y cuya obra fue premonitoria del apotegma del Ing. Eduardo Olivera en 1866 al fundarse la Sociedad Rural Argentina y que es su lema «Cultivar el suelo es servir a la Patria». Ello en tiempos en que en nuestro país la producción del campo y la exportación agropecuaria experimentan serios cuestionamientos y medidas que lo afectan y se padece una descarada y grave corrupción, temas que fueron de consideración principal por parte de Belgrano.