La agricultura extensiva argentina se ha desarrollado mayormente en condiciones sin riego, expuesta a factores de variabilidad impredictibles, tales como el clima, y a factores parcialmente predictibles, asociados a la diversidad de los ambientes sembrados, y su interacción con el clima y el manejo de los cultivos. Luego de un prolongado período (1940 – 1985) sin cambios significativos, la agricultura argentina volvió a ocupar un rol protagónico, experimentando, en el período siguiente, una enorme expansión y transformación. Así, durante los últimos 25 años, varios procesos han impactado sobre el escenario productivo, poniendo en evidencia el enorme dinamismo del sector agrícola de producción de granos.
En un momento, donde la magnitud de los cambios del sector aún no dejan de sorprender, este trabajo tiene como objetivo presentar algunas reflexiones sobre las exigencias y desafíos que plantea el moderno sector agrícola extensivo en la Argentina, y algunas de las articulaciones que debieran desarrollarse para sostener su crecimiento.