La intesnsificación ganadera es un proceso que se observa en nuestro país desde hace más de 20 años, y que se ha incrementado en los últimos años como consecuencia del desplazamiento que ha sufrido la ganadería por parte de la agricultura, obligando al ganadero a producir en tierras marginales, apelando a la suplementación o directamente a encerrar los animales en corrales. Todo este proceso ha producido un notable cambio en los problemas sanitarios. En la presentación de enfermadades infecciosas «tradicionales» se puede observar variación en los índices, con incrementos en la incidencia, mortalidad y letalidad de estas enfermedades, asociados a un ambiente favorable para la transmisión de las mismas y donde la intervención preventiva del profesional se vuelve imprescindible, requiendo cumplir estrictamente programas preventivos en forma y tiempo.