La humanidad se enfrenta con un cambio radical de paradigma que se ha impuesto en forma extraordinariamente rápida en todo el mundo. El mismo radica en el aprovechamiento integral de la biomasa con fines energéticos, entendiéndose por bioenergía aquella derivada del cultivo, cosecha y transformación de biomasa en diferentes vectores aprovechables energéticamente. Este hecho enfrenta a la humanidad con dilemas éticos y ambientales ya que se ejerce una fuerte y creciente presión sobre el recurso tierra compitiendo con la provisión de alimentos y expandiendo zonas de cultivo hacia áreas de mayor fragilidad medioambiental.