El tratamiento de la Enfermedad de Cushing (provocado por el adenoma productor de ACTH o corticotropinoma) es un desafío médico, ya que ningún tratamiento ofrece actualmente el 100% de eficacia y seguridad terapéutica.
El uso de inhibidores de la síntesis de esteroides, como el ketoconazol, aminoglutetimide, trilostano o de citostáticos adrenales (mitotano), si bien mejoran los síntomas al disminuir el cortisol circulante, no tratan la causa de base persistiendo activo el corticotropinoma e incluso pudiendo crecer rápidamente. En función de lo expuesto es que se está investigando el uso de fármacos que inhiban la síntesis de ACTH, como también inactiven o reduzcan el corticotropinoma.
Se ha demostrado en el hombre que los corticotropinomas expresan receptores dopaminérgicos (D2 cortos) sensibles a la acción de la cabergolina (Cbg) y por ello esta droga es utilizada con un 40% de éxito en las personas. El grupo de Castillo ha probado esta droga en perros, obteniendo una respuesta favorable en el 40-50% de los casos tratados.