La colaboración recíproca entre el médico y el veterinario ha sido desde hace mucho tiempo y continúa siendo en nuestros días, en los institutos de investigaciones biológicas, tan frecuente como activa y provechosa.
Tanto en nuestro país, como en los de mayor producción científica, investigadores de ambas profesiones trabajan hermanados en todos los laboratorios que poseen una organización moderna y adecuada. De esa colaboración se han obtenido frutos que han resultado de gran beneficio para la humanidad.
Entre nosotros, muchos son los veterinarios distinguidos que colaboran con médicos destacados, y de esa colaboración recíproca ha nacido sin duda, en gran parte, el interés que se está despertando por una colaboración análoga pero relacionada con disciplinas diferentes, como la anatomía comparada, la enseñanza especializada de tisiología y la patología de las enfermedades parasitarias o infecciosas que se transmiten a la especie humana.