Hemos denominado, desde 1941, “técnica a largo plazo” para la obtención de sueros, a la resultante de dejar transcurrir, entre la inmunización básica y la sobrecarga masiva del material hiperininunizante, de un período de tiempo que, al comienzo fijamos en 3 ó 4 meses y que, en otros sueros, obtuvimos como mejor, aún de seis o más meses. Durante ese intervalo, el animal dador de suero (conejo, equino, bovino, etc.) debe quedar en reposo de inmunidad, es decir sin dosis intermedias del antígeno usado.