No tengo pretensión de decir ni siquiera someramente, todo lo que debiera, para corresponder al título del tema asignado. Tampoco haré un recorrido bibliográfico ordenado de los trabajos experimentales, que han terminado con la comprobación de hechos, cuyo encadenamiento ha tenido como resultado aplicaciones de indiscutible valor para la medicina práctica, con los beneficios consiguientes para la salud pública. Sólo me ocuparé de algunos puntos de la bacteriología experimental de la tuberculosis, a la que he dedicado la mayor parte de mis años de laboratorio.