El tema que vamos a abordar constituye una de las más sorprendentes paradojas que persisten en la historia de nuestros Países. En efecto, lo que denominamos, siguiendo a otros autores, Guerra por las Vacas, fue una contienda sañuda, librada durante nada menos que trescientos cincuenta años por nuestros antepasados, para completar la conquista de las fronteras ganaderas que se extendían por miles de kilómetros cuadrados en el sur de la Argentina y de Chile, habitadas, laxamente como estaban, por parcialidades aborígenes de cultura arcaica, como los tehuelches en las pampas y los mapuches o araucanos de Chile.