N. W. Beijerinck, en 1901 descubrió el Azotobacter chroococcum en el suelo y, en 1904, publicó un muy importante trabajo titulado: "La influencia de los microbios sobre la fertilidad del suelo y el crecimiento de los vegetales superiores" , en el que se describe la fijación del nitrógeno atmosférico libre, con la celulosa como fuente de carbono, mostrando, en una de sus láminas, las formas bacterianas de los agentes activos en el proceso.
En la aludida lámina aparecen identificados los dos elementos microbianos necesarios para el funcionamiento del proceso existentes en el suelo: las bacterias anaerobias de la celulosa que, al fermentarla, producen las substancias carbonadas utilizables por el Azotobacter y esta bacteria aerobia, específica ejecutora asimbiótica del proceso de asimilación del nitrógeno elemental atmosférico. Los detalles de su integración constituyen el objetivo del presente trabajo.