La problemática del fósforo y del nitrógeno del suelo ofrece particularidades diferenciales. El segundo, dentro de un concepto de agricultura conservacionista puede mantener niveles aceptables por largo tiempo, reconociéndose prácticas que elevan sustancialmente el disponible en un ciclo para los cultivos. Tales los cultivos predecesores de leguminosas o prácticas como barbecho.
En cambio el fósforo es finito. No hay práctica, excepto la fertilización, que pueda mantener un nivel adecuado para los cultivos por largo tiempo. Asimismo la dinámica del fósforo del suelo presenta, en cierta medida, una problemática opuesta a la del nitrógeno.
En consecuencia, la base de las consideraciones acerca del fósforo debe partir de la premisa de que el mismo es finito.