Tres miradas desde el cine norteamericano al propio American way of life. Robert Altman, Todd Solondz y Darren Aronofsky, cada uno con su propia visión estética-ideológica, experimentan y bucean sobre lo que, para algunos teóricos sociales, ya no constituye ninguna sorpresa: la destrucción del sueño americano y su inmediata transformación en pesadilla. Vidas cotidianas puestas en jaque, relaciones humanas plagadas de tribulaciones y conflictos, la desigualdad de oportunidades, la dualidad fracaso-éxito, la fascinación por la droga y la experiencia del homicidio como válvula de escape del perpetuo puritanismo y a un orden social imperante, constituyen algunos de los presupuestos temáticos de Vidas Cruzadas (1993), Felicidad (1998) y Réquiem para un sueño (2000), filmes que pese a guardar una estrecha relación con la industria de Hollywood, aniquilan el estereotipo del mainstream articulado bajo el “star-system”, la comedia ligera, la emoción fácil y el “happy-end”.