Tanto los productores, como los veterinarios clínicos, los sanitaristas y los laboratorios de diagnóstico son concientes de las grandes pérdidas que ocasiona la enfermedad reproductiva en la explotación de nuestros rodeos. Estas enfermedades constituyen una de las principales barreras para el comercio internacional de animales y sus productos. Esto lo conocemos muy bien a raíz de la reintroducción de la fiebre aftosa en el 2000 que llevó al cierre de numerosos mercados que habían sido recientemente recuperados.
Pero a su vez, la importancia de la enfermedades reproductiva no se limita a una perdida económica de la producción animal, sino que muchas de estas enfermedades constituyen un riesgo para la salud pública porque son transmisibles al hombre, entre ellas brucelosis, leptospirosis, tuberculosis.
Aquí es interesante comentar la participación que tiene el profesional veterinario en la prevención de la Salud Humana ya que somos responsables de informar sobre los focos de infección que representan los animales enfermos.