La primera dama, desde su lecho de enferma, habla sobre el levantamiento militar encabezado por el general Benjamín Menéndez contra el gobierno de Juan Domingo Perón, el 28 de septiembre de 1951. Se la escucha débil y acongojada. Destaca el valor de la soberanía popular y agradece el rechazo al intento castrense. Alude a su falta de salud.