Si la demanda de aborto tiene que ver con cuestiones de autonomía y el “mero” deseo de la paciente de postergar la maternidad, las encuestas indican que menos de la mitad de la población estaría de acuerdo en la realización de la práctica y en su despenalización. Las cosas cambian, si se trata de una malformación del feto, peligro de muerte de la mujer (madre para la ley) o violación. Es que el Código Penal sólo despenaliza el aborto si aparece riesgo para la salud y vida de la involucrada o si se trata de una violación (con la salvedad de que en este caso debe probarse que la mujer es "idiota" o "demente"). Ante este panorama, aquí importa desentrañar y publicitar cómo distintos medios se hacen -o no- eco de la cuestión y, de manera particular, interesa ver algunas de nuestras propias prácticas como académicos del campo de la comunicación.