Cuando cursaba mi cuarto año de la carrera de Periodismo comencé a pensar en mi trabajo de tesis de grado y quería desarrollar, aunque no lo tenía muy claro, el papel de los intelectuales latinoamericanos en el periodismo. El primer paso fue elegir algunos autores como Gabriel García Márquez y Rodolfo Walsh, con el objetivo de delimitar el objeto de estudio. En la lectura realizada sobre ellos encontré varios puntos que tenían en común. El más llamativo era que a finales de los años 50 estos dos escritores, junto con otros importantes periodistas e intelectuales de Latinoamérica, habían confluido en Prensa Latina, una agencia de noticias creada en pleno fervor de una revolución y, que en poco tiempo, pudo reunir un gran interés por la política, una nueva forma de hacer periodismo y una misma convicción que atravesaba a todos lo que allí trabajaban: contar a América y al mundo la verdadera historia de la Revolución Cubana.