A partir del esclarecedor artículo de Joan Scott, con su exhaustiva definición y caracterización de los alcances del concepto de género, se intentará orientar el análisis para focalizar el “sistema relacional” que surge del texto. El delito, el asesinato, es considerado un operador cultural que permite, ante una situación límite, encontrar marcas significativas y configuraciones de sentido. De hecho, se ha buscado un texto donde la mujer aparece en dos dimensiones: como víctima y como victimaria. Como objeto y como sujeto o, si se prefiere, como paciente y agente en una situación criminal.