La problemática ambiental constituye un tópico ineludible dentro de la perspectiva de la “nueva ruralidad”. En esta línea, este trabajo parte de los siguientes interrogantes: ¿de qué manera las actividades de extensión agraria se asocian a la formación de un productor más responsable con su entorno, que demanda calidad ambiental? ¿Cómo la extensión puede facilitar un proceso de cambio en los productores? ¿Cómo se contribuye desde la extensión a la educación ambiental? Los objetivos propuestos consisten en reconocer la transversalidad de la problemática ambiental y sus valores sociales aplicados a la actividad agraria; éste es el punto de partida para comprender su vinculación con la extensión agraria como estrategia participativa de intervención, comunicación y educación. También, analizar la relación entre la extensión agraria y el medio ambiente para establecer su dimensión en el encuadre de la educación ambiental no formal.
Y, de tal forma, explicitar el rol del extensionista como educador ambiental, facilitador de cambios que garanticen la protección de los elementos naturales y el bienestar del hombre y de la comunidad. Como corolario, se plantea la posibilidad de incorporar al extensionista agrario dentro de los perfiles profesionales correspondientes a las ocupaciones más concretas del campo educativo - ambiental.