Centrada en la problemática sobre cómo interviene la comprensión histórica en la formación política de los nuevos ciudadanos argentinos, Miriam Kriger analiza en esta obra las representaciones sobre nacionalidad, política e historia, de los jóvenes egresados de la escuela media en el año 2004. Tal como deja entrever la autora, la investigación cobra importancia en el contexto posterior a la crisis del año 2001, sobre todo, porque dicha situación puso de manifiesto un viraje profundo en los modos de sentir y pensar el pasado, presente y futuro del país.