La mejora genética cuando es aplicada a árboles forestales tiene una metodología similar a la utilizada en otros cultivos agropecuarios o en la producción animal aunque presenta una serie de desventajas cuando comparada con la de cultivos agrícolas, por el tamaño de las plantas, la extensión que ocupa el cultivo, y la falta de continuidad de los trabajos debido al tiempo necesario para lograr algún resultado. Sin embargo también tiene sus ventajas, dado que por lo general se utilizan poblaciones que nunca estuvieron expuestas al cultivo, conteniendo toda su variabilidad natural. Para utilizar los resultados de la mejora genética, es necesario propagar las plantas ya sea sexual o agámicamente, por lo que la producción y utilización del material genéticamente mejorado está asociado al cultivo forestal.