Hoy nos seguimos preguntando qué significa hacer interdisciplina y cómo formar en ella después de varias décadas de reflexión e implementación de proyectos. Un debate que aún mantiene vigencia y manifiesta serias deficiencias al momento de establecer un vínculo estrecho con la práctica interdisciplinaria. Asimismo, constatamos una multiplicidad de propuestas diseñadas, en la mayoría de los casos, desde el sentido común de los equipos de especialistas, sin correlato con los marcos teóricos desarrollados hasta la actualidad. Añadimos un resurgir de la cuestión interdisciplinaria en este tiempo de neoliberalismo académico que demanda, con un sesgo utilitarista y reduccionista, espacios para formar graduados capaces de resolver diversas problemáticas con solvencia y eficacia. Algunas de nuestras consideraciones preliminares giran en torno al contexto Latinoamericano, en el cual se observa tanto la ausencia de un corpus homogéneo de principios teóricos-prácticos que sustenten los abordajes interdisciplinarios, así como los aspectos políticos de los posibles espacios de integración en la formación universitaria. En el trabajo proponemos tres dimensiones de análisis que estimamos imprescindibles para la construcción de una nueva racionalidad que responda al abordaje complejo de la temática.