El proyecto de crear Sociedades de la Información generó, en la República Argentina, la formación de una verdadera Sociedad Global de la Desinformación donde el Estado se avoca a resolver las cuestiones sociales urgentes que provoca el sistema económico, sin la posibilidad de planificar políticas en todos los ámbitos (educativo, social, político y económico) a mediano y largo plazo que se reflejen en una mejora de la calidad de vida para los hombres.