Entre los mecanismos de defensa de los organismos superiores, uno muy importante es el de la inmunidad específica, esto es, la que se desarrolla a posteriori del ataque o agresión de microorganismos causantes de la enfermedad o en razón de la utilización de vacunas. Este mecanismo es primordial para la supervivencia de las especies vertebradas y constituye la última línea de defensa ante la agresión microbiana; vencida, sobreviene la enfermedad, con o sin muerte. En la fiebre aftosa, una de las enfermedades animales económicamente más importantes que afecta principalmente a vacunos, porcinos y lanares, la inmunidad ha sido estudiada especialmente en lo que respecta a la respuesta humoral, vale decir los anticuerpos (Ac), que se encuentran en los líquidos orgánicos, especialmente en el suero sanguíneo.