La agricultura, como actividad primordial del hombre, se halla estrechamente ligada a las circunstancias que vivimos en este fin de milenio. La globalización del mundo, el crecimiento de la población mundial, la necesidad de pensar en términos de sustentabilidad de los recursos naturales y las perspectivas que plantea el cambio global obligan de manera cada vez más intensa al replanteo de muchos conceptos y métodos agrícolas. Se está produciendo rápidamente una transición de un sistema agrícola basado en recursos a uno basado en conocimiento científico. Nuestros países necesitan estar bien preparados para ese tipo de transición. El estado de preparación tiene que ver con una gran cantidad de factores, distintos en alguna medida en los distintos países. La calidad de la oferta de postgrado en ciencias agrícolas puede ser un buen indicador de la capacidad para enfrentar el cambio.