Es intención de este trabajo presentar algunas reflexiones acerca de la forma en que la seguridad urbana, y la adopción de nuevos dispositivos tecnológicos a su servicio, han reconfigurado las ciudades en cuanto espacio comunicacional. En tal sentido, analizaremos cómo las ciudades -que de alguna manera se han definido como espacios públicos, de comunicación y encuentro entre las personas- han cambiado su fisonomía a partir de lo que Wacquant denomina “la mundialización de la tolerancia cero”. Hoy, el espacio público se ha reconfigurado a partir de un conjunto de prácticas que encuentran su justificación en las dicotomías orden/desorden, amenaza/protección.
Las ciudades formaron parte históricamente de la ambición de lo humano por dominar a la naturaleza. Pero en las actuales circunstancias, cuando las ciudades se han convertido en consumos culturales tecnológicos, en espacios de intimidación territorializada, en nuevas geografías de la violencia y en itinerarios del desamparo, ellas han terminado –junto con lo humano- transformado su propia naturaleza.